viernes, 10 de diciembre de 2010

Ruido

Cuando estudiamos el esquema de la comunicación sabemos que hay algunas cosas indispensables como el emisor, el receptor, el mensaje, el canal, el código y el contexto. Pero además hay un factor muy especial e importante que a veces muchos olvidan, que puede afectar el feedback y por ende todo el procedimiento. Es el ruido. El que molesta, el que fastidia, el que está de más.
Constantemente vamos por la vida comunicándonos con otros, y cada interacción es diferente según con quien hablemos, qué comuniquemos y en que lugar nos encontremos, pero siempre existe el ruido… está por todos lados. Una moto arrancando, el televisor muy alto, la radio de fondo, otra persona hablando, son ejemplos de interferencias a la hora de establecer una comunicación.
Igual pasa en otras cuestiones de la vida y debido a esto nos vemos afectados y limitados por esas “piedritas” en el camino que tratan de trabarnos. Sucesos inesperados, malas experiencias, miedos son factores de nuestra deserción y frustración; son ese ruido, esa interferencia que no nos deja realizarnos plenamente y tampoco poder dormir tranquilos en la noche.
Hay que entender que la vida es muy cruel algunas veces y está llena de sorpresas, pero también hay que tener en cuenta que es una sola y que tenemos la oportunidad de hacer lo que deseemos a pesar de estar limitados en muchas cosas. Quizás sea difícil y parezca imposible pero el remordimiento que sentimos al no intentar algo es peor que cualquier derrota.
A lo mejor, si lo pensamos bien, todas aquellas cosas que traban nuestro camino sirven para retomarlo con más fuerza. Son un obstáculo que enriquece aún más nuestras ganas de seguir. 
El ruido forma parte del esquema de la comunicación, como los obstáculos forman parte del esquema de nuestra vida. Es cuestión de aceptarlos, esforzarse por superarlos y seguir.

Por K. 


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